Anoche me dormí llorando,
acurrucando en una esquinita
de mi cama el dolor, entre sollozos
preguntaba al cielo, el porqué de
la desdicha de mi corazón,
odiosa mi madrugada que de pesadillas
estuvo inundada, desvelada perdí
el sentido del tiempo, falleció mi razón,
¿Por qué siento repetida y ya vivida esta triste sensación?
Una vez más me pregunto ¿Quién soy?...
Soy solo una indigente reincidente
mendigando ante las vitrinas,
con un disfraz bordado de cien mil mentiras,
pasajera del barco que se hunde por costumbre
en la incertidumbre de la desolación,
compañera de vida de un nauseabundo dolor,
soy la incolora flor que jamás nadie cultivo,
Soy, la que como bestia lame a solas sus heridas,
tengo en franca agonía mi ser interior,
soy la burla, la ironía, soy la torpe que aposto
y perdió ó tan solo la suicida que respira, por error.