domingo, 26 de septiembre de 2010

CRÓNICA DE UN GUERRERO I

Matagalpa, Matagalpa, Nicaragua, 15 de Octubre de 1976.


2:30 de la madrugada,,,





Sumergido en lo más profundo de mi sueño estaba, luego de tres meses sin dejar de beber, los Ron Plata a mi alrededor adornaban, y lo pude ver, me vi caminando en una asombrosa mansión, de paredes blancas, de pasillos interminables, que sobrepasaban mi basta imaginación, paredes lisas y pisos brillantes como espejos, intrigado me decía “no me parece esto una Iglesia” ¿Dónde estoy?, cuando de pronto de la nada surgió una especie de cama de piedra y sobre ella un ser que creí reconocer, desde donde yo estaba a tres pasos de mí, su cabeza ensangrentada con una corona de espinas pude ver, de un solo golpe me di cuenta, que aquel ser era Jesucristo, ¡al fin lo podré conocer! feliz dije para mí, apresuré mis pasos para sitiarme frente a Él, pero su rostro como fuego ni por un instante me lo permitió hacer, en cambio ese ser divino hacia mí su mano extendió, tres libros en las mías depositó, soló alcance a ver, que en la primera, inscrito venía, “Santa Biblia”, ¡no lo puedo creer! Grité-. ¡He visto a Cristo, he visto a Cristo!, grité y grité sin parar hasta despertar, mi familia anonadada no daba crédito a lo que les conté, -jamás volveré a beber, hice que mi Esposa tirara a la basura, cajas y cajas de ese veneno que, me mantenía por meses sumergido en el alcohol. Así pasaron días, entre convulsiones y sufrimientos, dejé por completo de beber, aun así acabe en la bartolina,(cárcel militar), como siempre me castigaron por mis obligaciones desatender, pero no me importó, sabía en mi corazón que esa, sería la última vez.


@zumusik@l